El tema de los grillos es complejo de diagnosticar a veces muy dificil de solucionar, y tenemos que tener esto en cuenta a la hora de valorar la actuación de un concesionario.
Por desgracia, mi Ateca ha sufrico varios desde muy temprano, y yo, antes de llevarlo al taller, he realizado estudios de donde proviene el grillo, lo que ha facilitado mucho la tarea del taller. Algunas veces les he dicho exactamente la pieza causante, y otras la zona en la que se produce el sonido y la situación en la que sucede...
En este tipo de problemas, recomiendo encarecidamente hacer este tipo de trabajo, ya que ello redundará en nuestro beneficio, al facilitar al taller la tarea de solucionarlo...
Para identificar el origen de un grillo, conviene tener en cuenta dos puntos muy importantes:
- De donde proviene.
- En que situaciones suena.
Los grillos son sonidos provenientes del habitáculo causados frecuentemente por vibración, ya sea del motor o la transmitida por los neumáticos en pisos irregulares. Generalmente son causados por piezas que no han sido colocadas bien o que, con los años, han perdido la firmeza y sujección que un día tuvieran (estos últimos, a nosotros, aun no nos afectan).
Para detectar un grillo (si sospechamos que tenemos uno), estos son algunos puntos a tener en cuenta:
- Debemos ser capaces de escuchar bien lo que sucede dentro del habitáculo, por lo que es buena idea no llevar música y cerrar las ventanillas.
- Suele ayudar escuchar el sonido desde àngulos y puestos distintos, especialmente si desde el puesto de conducción no acabamos de ubicar el origen. Esto requerirá que otra persona conduzca nuestro Ateca mientras nosotros ponemos toda la atención en detectar el sonido desde los asientos traseros o el del acompañante.
- En ocasiones, si detectamos el origen y sabemos la pieza o piezas que lo causan, podemos intentar anularlo. Si lo conseguimos, recomiendo llevarlo al taller de todas formas y decir lo que hemos hecho. A veces puede ser de ayuda para la marca.
- Para tener un grillo controlado, es igualmente importante saber exactamente en qué situaciones se produce que saber de donde proviene. De nada sirve saber donde está ubicado si no podemos explicarle al taller que tienen que hacer para oirlo. Para saber esto, tenemos que prestar atención a lo que está pasando fuera del coche cuando suena el odioso ruidito. ¿estabamos pasando por un firme irregular? ¿un bache pronunciado? ¿tal vez la vibración del motor arrastrando el coche en segunda al ralentí? Cuando creemos que sabemos porqué ocurre, tenemos que repetir la situación, si el grillo vuelve a aparecer, ya lo tenemos, y podrémos explicar al taller qué tienen que hacer para oirlo.
- Aunque los grillos pueden llegar a ser terriblemente molestos, hay que tener en cuenta que no son averias graves y que, casi siempre, si logramos ubicarlos bien, se pueden solventar.
- Cuando llevemos el coche al taller, presentaremos toda la información recopilada, lo que debería en gran medida facilitar la tarea de escuchar el grillo, que es algo que el taller debe hacer antes de poder arreglarlo.