Laropi
Forero Activo
- Motor
- 1.4 EcoTSI 150 CV
- Versión
- Xcellence
- Color
- Rojo Velvet
Durante una visita a un concesionario mi mujer dejó caer con timidez, casi como si estuviese diciendo una barbaridad, que cada vez le gustaba más el color rojo en los coches. Supongo que se imaginó que yo la iba a mirar como si una lesión cerebral le hubiese producido una afasia, así que su cara cambió cuando le dije que si le gustaba rojo, me parecía bien. Yo sé que el color es una de las cosas en las que le mola intervenir en los procesos de compra de un coche y, a mí, personalmente, me importa poco porque el coche suelo verlo, casi siempre, desde dentro.
Estábamos a finales de junio y, para esas fechas, el rojo había desaparecido de la carta de colores de SEAT. Intentamos localizar alguna unidad ya en concesionario y solo encontramos un 1.0 y algún 1.6 diesel, así que la cuestión del color pasó a un segundo plano. Recuerdo que vimos uno verde jungla que me encantó pero… tenía los asientos de cuero marrón. A mí me encajaba perfectamente y no había que esperar. Los ojos me daban vueltas en las órbitas pero el color de la tapicería, desgraciadamente, no pasó el filtro, así que hubo que configurar un coche desde cero.
A excepción del samoa que me lo había prohibido tajantemente (lo siento por los integristas), el resto de la gama ni le gustaba ni le disgustaba. La pobre se había hecho a la idea del rojo y estaba de bajón. Mi color favorito es el azul así que optamos por el azul mediterráneo, ya que el lava había desaparecido. ¿Para qué gastar 600 euros más, si no había un color que nos volviese especialmente locos?
Una o dos semanas después de comprar el coche, tonteando con el configurador del Ateca, vi que el rojo había vuelto a aparecer, solo que había cambiado de apellido: ahora era “velvet” en lugar de “pasión” (eadem mutata resurgo), y en lugar de 250 euros tenía un sobrecoste de casi 600. Cuando lo comenté con ella se llevó una gran decepción. Con cara de rabia me dijo que cómo podíamos tener tan mala suerte, y si no se podría hacer nada para cambiarlo. Yo le dije que no. Que ya era absolutamente imposible. Había pasado ya mucho tiempo y, una vez que en fábrica aceptan un pedido, eso no lo mueve ni DIos. Intenté calmarla explicándole que ahora el sobreprecio era mucho mayor y que el rojo envejece peor, que se lo come el sol y todo eso. Tonterías. Mi coche duerme en una parcela de garaje cerrada y durante el día está en otra, en mi trabajo. Aquí, en el norte, raro es que le dé mucho el sol. Ella decía que el tema del precio es algo que pagas y te olvidas, pero que tienes el color que te gusta… Al final conseguí quitarle la idea de la cabeza.
Cuando ya me aseguré de que se había resignado completamente llamé al comercial de Seat y le dije que quería cambiar el color del coche y que lo quería rojo velvet. Me dijo que no sabía si sería posible, así que le pedí que hiciese, por favor, la consulta; que quería darle una sorpresa a mi mujer, que se había quedado un poco chafada con el tema del color, pero que no iba a decirle nada hasta el día de la entrega. El tío me llamó al día siguiente y me dijo que había hablado con el jefe de zona y que le habían aprobado el cambio, que no había ningún problema. Sin estridencias ni alharacas. Chapeau por él. Así que ahora, aunque mi avatar diga Azul Mediterráneo, mi color va a ser Rojo Velvet, aunque mi mujer no lo sabe. Y más larga que la espera para que me entreguen el coche se me está haciendo aguantar hasta poder ver su cara cuando vea que el azul ha tornado en "colorao”. ¡Va a flipar!
Claro que esta espera es más angustiosa aún si cabe por el hecho de que, con respecto a la síntesis sustractiva del color, mi mujer es capaz de distinguir más de 600.000 tonos en la escala del rojo. Y no tonitos en función de porcentajes de cian, magenta, amarillo y negro, no, sino que todos con su nombre propio y sus apellidos: y van desde el “ocre con destellos de siena tostado", hasta el “bermejo con sombras Burdeos”, pasando por toda la gama de encarnados, escarlatas, colorados, granates, granas, púrpuras, rubíes, carmesíes, tintos y corintos. A veces pienso que es un cyborg capaz de diferenciarlos hasta en longitudes de onda más allá del infrarrojo. Eso significa que un par de tonos de desviación y puedo haberla cagado. (¡glups!) Luego ya pienso que rojo es rojo, y que le va a gustar más que el azul mediterráneo y me quedo más tranquilo...
Por cierto: ¿Alguien sabe cómo 00 es el Rojo Velvet? ¿Es bicapa? ¿Es metalizado? ¿Se parece al anterior? “Dioscángustia…"
Estábamos a finales de junio y, para esas fechas, el rojo había desaparecido de la carta de colores de SEAT. Intentamos localizar alguna unidad ya en concesionario y solo encontramos un 1.0 y algún 1.6 diesel, así que la cuestión del color pasó a un segundo plano. Recuerdo que vimos uno verde jungla que me encantó pero… tenía los asientos de cuero marrón. A mí me encajaba perfectamente y no había que esperar. Los ojos me daban vueltas en las órbitas pero el color de la tapicería, desgraciadamente, no pasó el filtro, así que hubo que configurar un coche desde cero.
A excepción del samoa que me lo había prohibido tajantemente (lo siento por los integristas), el resto de la gama ni le gustaba ni le disgustaba. La pobre se había hecho a la idea del rojo y estaba de bajón. Mi color favorito es el azul así que optamos por el azul mediterráneo, ya que el lava había desaparecido. ¿Para qué gastar 600 euros más, si no había un color que nos volviese especialmente locos?
Una o dos semanas después de comprar el coche, tonteando con el configurador del Ateca, vi que el rojo había vuelto a aparecer, solo que había cambiado de apellido: ahora era “velvet” en lugar de “pasión” (eadem mutata resurgo), y en lugar de 250 euros tenía un sobrecoste de casi 600. Cuando lo comenté con ella se llevó una gran decepción. Con cara de rabia me dijo que cómo podíamos tener tan mala suerte, y si no se podría hacer nada para cambiarlo. Yo le dije que no. Que ya era absolutamente imposible. Había pasado ya mucho tiempo y, una vez que en fábrica aceptan un pedido, eso no lo mueve ni DIos. Intenté calmarla explicándole que ahora el sobreprecio era mucho mayor y que el rojo envejece peor, que se lo come el sol y todo eso. Tonterías. Mi coche duerme en una parcela de garaje cerrada y durante el día está en otra, en mi trabajo. Aquí, en el norte, raro es que le dé mucho el sol. Ella decía que el tema del precio es algo que pagas y te olvidas, pero que tienes el color que te gusta… Al final conseguí quitarle la idea de la cabeza.
Cuando ya me aseguré de que se había resignado completamente llamé al comercial de Seat y le dije que quería cambiar el color del coche y que lo quería rojo velvet. Me dijo que no sabía si sería posible, así que le pedí que hiciese, por favor, la consulta; que quería darle una sorpresa a mi mujer, que se había quedado un poco chafada con el tema del color, pero que no iba a decirle nada hasta el día de la entrega. El tío me llamó al día siguiente y me dijo que había hablado con el jefe de zona y que le habían aprobado el cambio, que no había ningún problema. Sin estridencias ni alharacas. Chapeau por él. Así que ahora, aunque mi avatar diga Azul Mediterráneo, mi color va a ser Rojo Velvet, aunque mi mujer no lo sabe. Y más larga que la espera para que me entreguen el coche se me está haciendo aguantar hasta poder ver su cara cuando vea que el azul ha tornado en "colorao”. ¡Va a flipar!
Claro que esta espera es más angustiosa aún si cabe por el hecho de que, con respecto a la síntesis sustractiva del color, mi mujer es capaz de distinguir más de 600.000 tonos en la escala del rojo. Y no tonitos en función de porcentajes de cian, magenta, amarillo y negro, no, sino que todos con su nombre propio y sus apellidos: y van desde el “ocre con destellos de siena tostado", hasta el “bermejo con sombras Burdeos”, pasando por toda la gama de encarnados, escarlatas, colorados, granates, granas, púrpuras, rubíes, carmesíes, tintos y corintos. A veces pienso que es un cyborg capaz de diferenciarlos hasta en longitudes de onda más allá del infrarrojo. Eso significa que un par de tonos de desviación y puedo haberla cagado. (¡glups!) Luego ya pienso que rojo es rojo, y que le va a gustar más que el azul mediterráneo y me quedo más tranquilo...
Por cierto: ¿Alguien sabe cómo 00 es el Rojo Velvet? ¿Es bicapa? ¿Es metalizado? ¿Se parece al anterior? “Dioscángustia…"