Capítulo 3 y 4. Sábado, 26 de enero. Un día precioso, muy soleado.
Hemos bajado a desayunar y que os voy a contar! Desayuno de lujo, como corresponde a un hotel de 5 estrellas. Podía contar cosas sobre todo lo que preparaban, la presentación, la atención de l@s camarer@s, etc. Pero mejor voy al grano: Después de desayunar, nos dejaron los Cupra, sí !! En un principio, unas dos horas, que empleamos para bajar hacia Canillo y llegar hasta Meritxell para visitar su Santuario, donde se rinde culto a la Patrona del Principado de Andorra, la Virgen de Meritxell. Íbamos cuatro coches (conduciendo Jose -@Jose3327 -, Antonio, Enrique –
@Quiquín - y yo). Visita breve, pero interesante. Hicimos fotos y nuevamente a los coches, pues el tiempo vuela y sabíamos que había mucha caravana en la carretera de regreso al hotel, por lo que decidimos volver y administrar luego el tiempo sobrante, si es que nos sobraba algo!
Así pues, iniciamos el regreso y en un punto concreto aproveché para “ver” cómo aceleraba y rugía el bicho sobre asfalto, algo húmedo, pero sin nieve ni hielo…una gozada pero pronto se acabaron las posibilidades de “análisis” y nos vimos inmersos en la consabida caravana hacia el hotel. Fueron como 20 minutos de arrancar, avanzar y parar…que me sirvieron para probar el asistente de atascos. Es muy cómodo, solo hay que dar un toque suave de gas para iniciar el siguiente avance, parándose solo el coche, cuando el de delante se detiene. Así, una y otra vez. Está muy bien, otra ayuda más.
Bueno, pues llegamos a la hora prevista para dejar los coches a otros compañeros y…cual es la sorpresa que nos damos cuando vemos que sobran 3 coches, pues no hay más gente esperando turno. No nos lo pensamos dos veces y pedimos seguir un rato más. Permiso concedido !! Bien !! Así pues, el amigo Antonio (poseedor ya de un cupra), con su hijo Antonio, Jose e Isabel, Mar y yo, salimos escopetados hacia arriba, hasta el Port d’Envalira, carretera despejada, a 2.409 m. de altitud, y ahí SÍ, señores, cómo disfrutamos, cómo empuja la bestia, que agarre, cómo tracciona y cómo corre. Fueron como 10 Km por la CG-2, en plan Rallye. Qué maravilla! Impresionante esta otra experiencia cupra, jeje.
Paramos allí arriba unos 10-15 minutos, para fotos, cervecita, charla y nuevamente a los coches para iniciar el descenso-regreso al hotel, que dicho sea de paso, tampoco tardamos mucho en llegar
Como todo llega a su fin, dejamos los coches y subimos a la habitación para cambiarnos y coger alguna cosa. Poco después, otra vez al hall del hotel, para ir a comer. Seguimos, como no, en la misma línea de clase y buen gusto. Nos llevaron al restaurante Sol i Neu club (creo que era ese) y nos pusieron en una zona VIP (véase en el vídeo) una sala mirador con vistas a toda la ladera de descensos de la estación de esquí.
Dimos buena cuenta del menú, que consistió en:
- Croquetas de cocido catalán o jamón, paté de la casa, corazones de alcachofa a la brasa con Parmentier de patata, canelón de payés.
- Escudella barrejada con caldo de puchero.
- Cochinillo crujiente con fruta fresca.
- Crema catalana quemada con carquiñolis
- Aguas, pan, cafés y vinos de la casa.
…y alguno, con chupito de orujo, para terminar, eh? Antonio..jejeje.
Tras la sobremesa, otra vez al hotel. Uff!! Qué agenda más apretada. Nos quedaba disfrutar del SPA, así que nos pusimos el bañador y nos enfundamos el albornoz que nos tenían preparado en la habitación y allá que fuimos. Un SPA de ensueño, de 5.000 m² distribuidos en varias plantas. Nos llamó la atención el juego de luces, tenues, cálidas, para imprimir un ambiente de calma y relax. Una gozada!
Cuando ya estábamos con la piel lo suficientemente arrugada, decidimos que ya era hora de subir a la habitación y empezar a prepararnos para la cena. La cena!! Y hacía “un rato” que acabábamos de comer, pero bueno, un día es un día e hicimos el esfuerzo, jejeje.
Nos volvimos a reunir en el punto de encuentro, donde nos hicimos una foto del grupo, y de ahí, pasamos al salón del restaurante. Nuevamente, otra agradable velada con los “compis de fatigas” Jlc, Jose, quiquin, Antonio, etc, etc, (no soy muy bueno para retener nicks y nombres). Cenamos, como no podía ser de otra manera, muy bien. A saber:
- Ñoquis de calabaza con langostinos y suero de parmesano.
- Rape asado con patatas y refrito de ajos.
- Y de postre, milhojas de crema de vainilla.
Por supuesto, con las bebidas habituales, pero esta vez sin chupito. Si querías uno, lo tenías que abonar. Que cuanto? Doooce lereles ! un chupito !! jejeje.
Bueno, el día fue de lo más completo y estábamos encantados, pero ya íbamos viendo que llegaba el final. Foto de despedida, con Jose e Isabel (de Barcelona) a nuestra derecha y Enrique y Mª José (de Paterna -Valencia-) a nuestra izquierda. Esperamos encontrarnos en cualquier otro evento, conjuntamente con Antonio y los demás.
Aquí os dejo este último vídeo-foto.
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