He leído el tema, las 3 páginas del tirón, y no he podido evitar reírme, pero es porque pensaba que esto sólo me había ocurrido a mí, y fue cuando pedimos el Ibiza el 9 de Marzo de 2015.
Mi viejo Astra, con 18 años y una matrícula más vieja que caminar de pie, nos empezó a dar la guerra desde el mismo momento que hicimos el pedido, primero nos dejó tirados en la A6 viniendo de Coruña para León, al final fue una tontería de noséqué que nos costó unos 20 ó 30 euros la reparación, pero que nos jodió el viaje porque tuvimos que venir en Taxi con todos los cambalaches que llevábamos en el maletero. Nada, aguas pasadas y olvidamos la experiencia del viaje, pero a los pocos días iba por una carretera la mar de aburrida y de pronto empieza a vibrar todo el coche, nada, intermitente a la derecha, luces de emergencia, y mi cara de poema, al final fue que se rompió uno de los tornillos o chismes que sujeta el motor... al taller otra vez. Todo fue luego de hacer el pedido, antes el coche iba de p... madre. Cuando faltaban pocos días para que llegara el Ibiza me llama Rubén el comercial para decirme que el sábado siguiente llegaba el coche, no más fue decir eso para que el Astra empezara a hacer cosas raras en los frenos traseros, teniendo disco y pastillas para repartir. Al final tuve que hacer como uno de los foreros, dejarlo aparcado e irme al trabajo en bus. Pero el muy cabrón todavía tenía una última reservada para mí aunque ya estaba en el coche nuevo, y fue luego que marchamos en el Ibiza nuevo e impecable, no llevábamos ni 30 kilómetros cuando mi hija de 5 años se vomitó en el asiento trasero; mi mujer y yo nos miramos y nos partimos de la risa, es que no podíamos hacer otra cosa; y le decía yo, ves, el Astra todavía nos persigue.


El mes de marzo del año que viene tengo que entregar el Ibiza para tomar el Ateca, pero ire al concesionario a hacer el pedido en bus, en burro o a pie, porque ya estoy hasta las narices de cosas paranormales.