Bueno, pues tenemos otro Ateca 
Mucho se ha hablado ya, poco más se puede aportar, sin embargo, con vuestro permiso me gustaría exponer mis puntos de vista sobre algunos aspectos.
Motor.
Corroborar lo que se dice de él. Muy fino, sin ruidos (al menos de momento).
Elástico y progresivo. Empuja bien desde bajas revoluciones.
Retiene poco. Rueda mucho.
ACT: Desconexión de cilindros prácticamente imperceptible (quizás más notorio el paso de 2 a 4 que el de 4 a 2).
Amplio rango de utilización en condiciones favorables (incluso en cuesta arriba).
Un reto para mí el ver en la pantalla el modo dos cilindros.
Entrega de par y potencia, confirman las gráficas, casi parece un TDI.
En fase de rodaje, por debajo de 2000 rpm se solventan todas las situaciones (quizás en alguna arrancada en cuesta haya que estirar puntualmente un poco las primeras marchas, hasta las 2500 rpm (nada que estropee el “rodaje”).
Transmisión.
Cambio manual también muy suave y preciso, ayudado por la palanca pequeña y de recorridos más bien cortos.
Parece que todas las marchas entran bien.
Indicador de cambio de marcha. Normalmente acierta, pero hay ocasiones en que no se le puede hacer mucho caso dadas las circunstancias del tráfico o la vía que el coche desconoce. No se le puede pedir más.
Suspensión.
Acostumbrado a una suspensión "Sport", rebajada 15 mm de altura sobre la estándar del mismo modelo...con tendencia a dura, esperaba grandes diferencias en comportamiento.
Sin embargo, el Ateca, con el mismo perfil de neumático, 55...no se aleja mucho en cuanto a sensaciones, pese a su centro de gravedad más alto (propio de todo SUV). El Ateca, apenas balancea. Se muestra bastante firme. Transmite aplomo y bastante seguridad.
Dirección.
En su punto, en cuanto a dureza, suave cuando hace falta y más dura en el resto.
Bastante inmediata y directa.
Frenos.
Pedal con buen tacto. Afortunadamente, no he tenido la necesidad de probarlos enérgicamente en fase de rodaje. Espero que respondan bien.
Asistentes.
Front Assist, pese a tenerlo activado y seleccionado el modo de aviso más temprano, llegue a pensar que no funcionaba o que tenía algún problema, ya que no avisaba de nada. Nunca.
Hasta que por fin funcionó: se asustó al doblar una curva y encontrase “de frente” con varios coches aparcados en batería fuera de la vía y avisó, pero nada más (falsa alarma, pero por lo menos me sirvió para ver que algo hay...ahora tengo que tenerlo en observación, para conocerlo mejor).
Asistente de carril...parece que en zonas de sombra, o cuando no se lee bien la carretera, se desconecta, por lo que en estas situaciones...mejor no confiarse.
Exterior.
Acostumbrado a colores oscuros, elegí el blanco, por tener la impresión de que es un color más sufrido para el día a día. Quizás pueda parecer más soso que otros colores realmente más bonitos y llamativos a la vista, pero en este caso he buscado la practicidad.
Me gustan los contrastes con las partes negras, parrillas, bajos, pasos de ruedas, barras…
Interior.
Todo sencillo, en su sitio, muy a mano.
Se me hace todo muy familiar, muy en la línea de otros coches VAG.
Algún detalle, como por ejemplo los mandos de los elevalunas, que podían haber ido un poco más adelantados, o el espejo interior demasiado estrecho...cosas que ya se han comentado.
Acabados.
Materiales, encuentros entre piezas, ajustes, holguras, franquicias, etc, parece estar todo en su sitio.
Unos encuentran piezas sueltas en el coche, alguna herramienta de fabricación...yo me he encontrado con una “bola de papel” bajo el asiento del copiloto, que una vez desenvuelta, resultaron ser unos listados de códigos de componentes para la fabricación, que alguien durante la misma, dejó ahí escondido, como si no fuera a verse nunca más, como quién esconde el polvo debajo de la alfombra…
En fin, que continuamos “explorando” el Ateca.

Mucho se ha hablado ya, poco más se puede aportar, sin embargo, con vuestro permiso me gustaría exponer mis puntos de vista sobre algunos aspectos.
Motor.
Corroborar lo que se dice de él. Muy fino, sin ruidos (al menos de momento).
Elástico y progresivo. Empuja bien desde bajas revoluciones.
Retiene poco. Rueda mucho.
ACT: Desconexión de cilindros prácticamente imperceptible (quizás más notorio el paso de 2 a 4 que el de 4 a 2).
Amplio rango de utilización en condiciones favorables (incluso en cuesta arriba).
Un reto para mí el ver en la pantalla el modo dos cilindros.
Entrega de par y potencia, confirman las gráficas, casi parece un TDI.
En fase de rodaje, por debajo de 2000 rpm se solventan todas las situaciones (quizás en alguna arrancada en cuesta haya que estirar puntualmente un poco las primeras marchas, hasta las 2500 rpm (nada que estropee el “rodaje”).
Transmisión.
Cambio manual también muy suave y preciso, ayudado por la palanca pequeña y de recorridos más bien cortos.
Parece que todas las marchas entran bien.
Indicador de cambio de marcha. Normalmente acierta, pero hay ocasiones en que no se le puede hacer mucho caso dadas las circunstancias del tráfico o la vía que el coche desconoce. No se le puede pedir más.
Suspensión.
Acostumbrado a una suspensión "Sport", rebajada 15 mm de altura sobre la estándar del mismo modelo...con tendencia a dura, esperaba grandes diferencias en comportamiento.
Sin embargo, el Ateca, con el mismo perfil de neumático, 55...no se aleja mucho en cuanto a sensaciones, pese a su centro de gravedad más alto (propio de todo SUV). El Ateca, apenas balancea. Se muestra bastante firme. Transmite aplomo y bastante seguridad.
Dirección.
En su punto, en cuanto a dureza, suave cuando hace falta y más dura en el resto.
Bastante inmediata y directa.
Frenos.
Pedal con buen tacto. Afortunadamente, no he tenido la necesidad de probarlos enérgicamente en fase de rodaje. Espero que respondan bien.
Asistentes.
Front Assist, pese a tenerlo activado y seleccionado el modo de aviso más temprano, llegue a pensar que no funcionaba o que tenía algún problema, ya que no avisaba de nada. Nunca.
Hasta que por fin funcionó: se asustó al doblar una curva y encontrase “de frente” con varios coches aparcados en batería fuera de la vía y avisó, pero nada más (falsa alarma, pero por lo menos me sirvió para ver que algo hay...ahora tengo que tenerlo en observación, para conocerlo mejor).
Asistente de carril...parece que en zonas de sombra, o cuando no se lee bien la carretera, se desconecta, por lo que en estas situaciones...mejor no confiarse.
Exterior.
Acostumbrado a colores oscuros, elegí el blanco, por tener la impresión de que es un color más sufrido para el día a día. Quizás pueda parecer más soso que otros colores realmente más bonitos y llamativos a la vista, pero en este caso he buscado la practicidad.
Me gustan los contrastes con las partes negras, parrillas, bajos, pasos de ruedas, barras…
Interior.
Todo sencillo, en su sitio, muy a mano.
Se me hace todo muy familiar, muy en la línea de otros coches VAG.
Algún detalle, como por ejemplo los mandos de los elevalunas, que podían haber ido un poco más adelantados, o el espejo interior demasiado estrecho...cosas que ya se han comentado.
Acabados.
Materiales, encuentros entre piezas, ajustes, holguras, franquicias, etc, parece estar todo en su sitio.
Unos encuentran piezas sueltas en el coche, alguna herramienta de fabricación...yo me he encontrado con una “bola de papel” bajo el asiento del copiloto, que una vez desenvuelta, resultaron ser unos listados de códigos de componentes para la fabricación, que alguien durante la misma, dejó ahí escondido, como si no fuera a verse nunca más, como quién esconde el polvo debajo de la alfombra…

En fin, que continuamos “explorando” el Ateca.
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