PUESTO DE MANDO
A nivel estético el interior respira una calidad que, con perdón de los muchos propietarios de Seat León, no tiene nada que ver. La iluminación Led, las luces en las puertas, la tapicería Alcántara Marrón… creo que la sensación de calidad percibida ha subido un escalón con este coche en este acabado.
En el Ateca, sorprende el tamaño disponible que hay. Seat ha conseguido una optimización y aprovechamiento del espacio que es simplemente admirable, y se nota al subir a cualquiera de las plazas del coche. Delante, sorprende el espacio que disponemos para las piernas, la distancia que hay de un asiento a otro y desde nuestro hombro a la puerta.
Los asientos y el puesto de conducción en general son muy confortables. Encontrar la postura adecuada es fácil y, debo decir, los asientos Alcántara de corte deportivo tienen una sujeción y agarre lumbar al que, sinceramente, no creí que llegarían. En mi León mi espalda se deslizaba de un lado a otro del respaldo en curvas cerradas, mientras que en el Ateca queda perfectamente sujeta por los laterales y no se mueve un ápice. Creo que este punto dependerá en gran medida del tamaño de cada uno, pero parece que yo tengo la medida perfecta.
Delante de nosotros, tenemos un puesto de conducción muy bien diseñado. Yo le diría a Seat que lo siga usando en sus futuros modelos, y que solo lo cambie cuando logren diseñar uno mejor, porque es perfecto. Todo está visible, orientado al conductor y al alcance de nuestras manos.
El tacto de los botones, selectores e incluso de las salidas de aire es agradable y transmiten buena calidad de fabricación. No dan esa sensación “plasticosa” y de fragilidad que a veces transmiten los botones de otros vehículos.
El volante es responsable en gran medida del éxito de este puesto de conducción. Es una delicia moverlo y cuenta con botones que te permiten manejar una gran cantidad de funciones, entre ellos el FIS, en el que siempre me gusta ir controlando diferentes parámetros del ordenador de a bordo. Suelo llevar, al iniciar la marcha, la temperatura del aceite (para ver cuando alcanza la temperatura de servicio) y después alterno entre el consumo inmediato y el medio. Respecto al FIS, a color, se ve muy bien, muy nítido, y es fascinante la cantidad de menús diferentes que ofrece.
La palanca de cambios es corta y su recorrido entre marchas es mucho menor que el de anterior coche. Las marchas entran sin problema y la posición del cambio, apoyado en el reposabrazos y con el ante-brazo en posición totalmente horizontal, es muy confortable. En este punto, no sé cómo he podido conducir tanto tiempo sin ese reposabrazos…
Sobre los pedales, debo decir que el embrague y el acelerador son muy suaves, mientras que el de freno resulta un poco más tosco. Esto no quiere decir que frene mal ni mucho menos, pues de hecho su frenada es más intensa que en mi antiguo coche, y eso que los frenos, aun nuevos, no han alcanzado su punto más óptimo, pero es un pedal en el que hay que aplicar algo más de fuerza que en el resto.
El climatizador es una de mis asignaturas pendientes por ahora. Tengo que aprender a usarlo bien en modo manual, aunque por ahora, si empieza a hacer calor y en plena conducción, la opción “auto” hace todo el trabajo y suele contribuir a refrescar el habitáculo con bastante rapidez.
Mención especial merece la pedazo de pantalla de 8” que, a todas luces, es el centro neurálgico del puesto de mando. Es grande, útil, cómoda, fácil de usar y tiene tantas opciones y funciones que no podría detallarlas todas. No resulta nunca molesta a la vista (ni siquiera de noche) y es, a falta de una palabra mejor, imprescindible. Una “invitada” de este fin de semana (que casualmente está en el proceso de elegir su próximo coche) dijo literalmente “yo quiero una pantalla como esa”…
De las primeras cosas que hice fue configurar mi teléfono a través de bluetooth y establecer unos cuantos números favoritos. Es genial porque ahora, cuando selecciono el teléfono en la pantalla, las imágenes de contacto que tengo en mi móvil para esos números se quedan guardadas y se ven en los accesos directos…
Otra cosa que hice fue cargar 4 gigas de música en un pendrive y pasarlos al disco duro o “JukeBox”, como se llama internamente. La copia fue relativamente rápida. Una vez finalizado, la música está en el coche y es accesible siempre que se quiera (desde el botón “media”). Calculo que hay entre 12 y 13 Gb de espacio disponible.
Sobre el sistema multimedia, tres cosas a mencionar. Por un lado, que en cada tema que pones, aparece la caratula del disco al que pertenece, aunque yo no tenía esa información en los archivos mp3. Es realmente increíble y no sé cómo lo hace (aunque imagino que utiliza la conexión de datos del teléfono para obtener las imágenes de las caratulas a partir de los meta-datos de cada tema).
El sistema multimedia permite organizar y reproducir el contenido de dos formas distintas; por carpetas (en cuyo caso se muestran las carpetas y archivos físicos en el soporte utilizado) o por base de datos, en cuyo caso se organizan a partir de los meta-datos de los temas (titulo, autor, álbum...).
Esto es cierto para todos los soportes excepto el Jukebox, ya que parece que al copiar la música al disco duro se pierde su estructura de carpetas original.
(Detalle de las fuentes disponibles en la opción media)
Otra cosa que me ha gustado, y es un detalle mínimo, es que, cuando estas reproduciendo un archivo de música y bajas del todo el volumen, la reproducción no sigue, sino que se queda pausada hasta que vuelves a poner sonido…
(detalle del ecualizador digitál)
(detalle de la reproducción de una pelicula de DVD)
